Elegir un Administrador de Fincas sin equivocarnos no es nada fácil. Muchas personas tienen la falsa creencia de que “cualquiera puede administrar un inmueble, ya que solo hay que estar pendientes de los pagos a proveedores y controlar el cobro de los recibos de la comunidad”. Pero, si bien es cierto que son tareas correspondientes al Administrador de Fincas, su tarea va mucho más allá de eso.
Este debe poseer una cualificación profesional reconocida, ya que el nivel de exigencia es elevado y si no pertenece a la comunidad, más aún.
Para las tareas que desempeña un buen Administrador de fincas se requiere conocimientos de diversas materias, por lo que es imprescindible elegir un profesional altamente cualificado y que asista a cursos formativos para estar al día, ya que las leyes cambian periódicamente. Un Administrador reciclado y comprometido podrá asesorar mejor tu comunidad.
Características personales
¿Qué características personales debería tener un buen Administrador de Fincas? Por supuesto, cada persona es diferente, pero hay algunas cualidades personales que deberían tener en común los buenos profesionales de esta área:
- Capacidad de mediación. Elegir a una persona dictatorial y difícil de tratar supondría un problema más a los habituales de esta profesión.
- Seriedad y formalidad. Imagina que cuando más necesitas a tu Administrador de Fincas no lo localizas, no te devuelve las llamadas, te retrasa las citas o no te las da. No pinta muy bien, ¿verdad? Pero cuidado, esto no quiere decir que tenga que estar a tu disposición 24 horas al día. Por supuesto, el Administrador de Fincas puede estar ocupado, pero analiza que demuestre un mínimo de interés.
¿Estás satisfecho con tu Administrador de Fincas?
En caso de notar aspectos que no terminen de gustarte, siempre puedes realizar las gestiones oportunas para cambiarlo. Hay muchos Administradores de Fincas muy buenos en el mercado. Solo hay que saber elegir al adecuado y, con las pautas que acabamos de darte, seguro que te será más fácil encontrarlo.